¡Hola de nuevo! Hoy es sábado, 28 de febrero de 2015, hace un día soleado, alguna nube que otra dispersa por el cielo azul y la temperatura en mi pueblo oscila entre los 10, 11 y 12Cº. En el día de hoy me apetece reflexionar sobre la foto que se mostrará al acabar esta entrada, es una foto que me conmocionó al verla y de la que puedo obtener muchos pensamientos y reflexiones. Cierto día navegando por Google, la encontré, solo con verla se me viene a la mente la capacidad del ser humano de rectificar sus errores, pero no todo el planeta Tierra está lleno de "rectificadores". Me encantaría pensar que al igual que ese hombrecito del dibujo cose la herida de ese árbol, todos los demás sanamos heridas y errores que hayamos cometido a lo largo de nuestra vida, con esto no quiero decir que seamos extremamente malos, ni tampoco buenos, a nivel general, pero sí que el orgullo nos impide ser más humanos y saber pedir disculpas, ayudar a quien lo necesita o el simple gesto de dar las gracias. El mundo necesita más personas "rectificadoras" o "costureras", más gente que use el corazón como medio de comunicarse con el prójimo, más ¡GRACIAS!, más ¡POR FAVOR!, incluso el ¡usted primero!, pero aún así desde aquí me quito el sombrero frente a esas personas que ya lo hacen, que son así por naturaleza, que les sale de dentro o que se lo han enseñado sus padres y como no, ánimo a las que son un poco mas cortadas, vergonzosas y/o perezosas a que prueben la actividad del/la costurero/a o persona rectificadora, porque puede ser que algún día lo necesitemos nosotros mismo y no tengamos esa aguja e hilo para bordar una sonrisa en nuestro rostro más triste. Feliz día.
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